Una 2DS, al final me decidí por este modelo de la familia XDS sobre la 3DS y la 3DS XL por precio sobre todo, para que vamos a mentir. No estaba muy convencido de ello pero por la diferencia tengo un buen suministro de cervezas asegurado.

Este domingo pasado es cuando empecé a usarla, después del mundial de motociclismo, la comida y la siesta claro. Así que bien fresquito acabé mi visita relámpago en pokemon X, acabando la aventura y la búsqueda de megapiedras en veinte horitas, estas repartidas en cinco días. Se puede decir que me he metido una panzada bastante maja. Todo muy rápido saltando la mayoría de los combates de entrenador y yendo directamente a objetivos, medallas e historia. Así dejo terminado el cartucho preparado para las batallas y la búsqueda de tres o cuatro objetos interesantes que pueda haber dejado por el camino, unos restos creo que es lo más interesante así tirando de memoria.

Me digo que mejor forma tengo de probar la consola que limpiar un poco el pequeño catálogo de juegos que tengo y así veo como me apaño en comparación con la XL. Ni corto ni perezoso, bueno un poco perezoso si, pero esto viene de serie, inserto el cartucho del Castlevania Lord of Shadows: Mirror of Fate.

Aunque la pantalla es un poco más pequeña se deja ver bien, empiezo a jugar y cuando me doy cuenta han pasado ya tres horas, he tenido que conectar el cable ya que la alarma de la batería empezaba a parpadear insistentemente, pero lo importante es que se ha pasado el rato sin apenas enterarme. El juego ayuda, pero también el que la consola sea más cómoda de lo que aparenta.

El juego en sí, en la primera pasada, que es la que estoy ahora mismo me está resultando muy facilón. El juego está divido en 3 actos y un prólogo que sirve de tutorial para los movimientos básicos. En cada uno de los actos jugaremos con un personaje Simon y Trevor Belmont en los actos I y III y Alucard para el acto II. Todos guiados por el personaje del Alma errante.

El mapa está divido en unas veinte zonas enclavadas en el castillo de Drácula y la aldea aledaña. Algunas son amplias salas pero otras se quedan en un mero pasillo, o pasillos a dos alturas. La exploración se fomenta en tanto que hay que desbloquear ciertas habilidades con los personajes para poder acceder a determinados puntos de estas salas. En el acto I esto se hace mas patente ya que aún te estás haciendo con los controles, y en mi caso al menos, vamos avanzando creyendo que va a dar más de sí, pero cuando te quieres dar cuenta… fin del primer acto…

Bueno aun así el % de avance en dicho acto se queda en un 58%, empezamos el acto II y tras un despertar un poco ajetreado por parte de Alucard, empezamos a recorrer el castillo. Hay zonas comunes con el mismo mapeado y otros que varían de un acto a otro. La cocina es el mayor ejemplo de esto. Seguimos avanzando y tras enfrentarnos a un viejo conocido y avanzar a una cinemática que enlaza con el fin del primer acto, tenemos un divertido enfrentamiento que dará conclusión a este segundo acto. Eso si, este acto sabiendo el tema de exploración me puse un poco más exigente pero no demasiado exhaustivo, acabándolo con un 99% de llenado, me faltó un secreto por descubrir creo.

Ahora con cerca de 7 horas de juego, voy a por el acto final del juego y una vez que lo termine intentaré

volver para completar el juego al 100%, como ya hice con el Order of Ecclessia y el Portrait of Ruin, en la anterior portátil de Nintendo, con los que comparte título.

A ver si puedo terminarlo en lo que resta de semana.


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